viernes, 9 de noviembre de 2018

10 de Noviembre de 1810


Memoria de Potosí

A la sombra de la revolución de 1810



Durante este año de 1810, la Villa Imperial de Potosí ingresó a una vida agitada, con participación de líderes que constantemente se daban a la tarea de preparar el ambiente patriota para el momento propicio u oportuno en hacer estallar la revolución libertaria. El drama de la revolución se desarrolla en un vasto escenario potosino. Se conoce que gran parte de las acciones militares entre fuerzas realistas y facciones guerrilleras, por el proceso independista, se realizó en tierras potosinas y aún en la misma capital.

AUTORIDADES REALISTAS

Entonces, ¿Cuál fue el movimiento social y político durante este año de 1810 después de los levantamientos de armas en otras regiones contra el gobierno español?

En esos años, al tiempo de estallar la revolución de noviembre, gobernaba las provincias del Alto Perú el mariscal Vicente Nieto, anciano pusilánime que tenía por inspirador al intendente de Potosí don Francisco de Paula Sanz, de carácter enérgico, y por brazo armado al capitán de fragata, don José de Córdoba, contando con dos mil hombres de regulares tropas para sostener su actitud de resistencia contra la Junta de Buenos Aires.

Las instituciones realistas como las Cajas Reales estaba administrada por: D. Miguel Lamberto de Sierra, Tesorero; D. Juan de la Cruz Martín, Contador interino, testigos mudos de todos los acontecimientos ocurridos durante este año a través de los libros contables existentes en el Archivo Histórico de la Casa de Nacional Moneda.

REVOLUCIÓN EMANCIPADORA

Tras los acontecimientos de las batallas de Cotagaita (27 de octubre) y de Suipacha (7 de noviembre), permitió a los potosinos tomar la plaza e ingresar al cabildo apresando al Gobernador Intendente don Francisco de Paula Sanz.

Relación de los individuos que han operado con todo valor y esfuerzo el dia 27 de octubre de 1810 en Santiago Cotagaita.

Cabo 1º. Nicolás González, Soldados: Julian Cabezas, Juan Bautista, Mariano Albarracin, José Domingo Cardozo, Pedro Andrés, Manuel Saavedra, Juan Damel, Enrique Malatesta, Matos Cuello, Manuel Valdes, José Palmero, Ignacio Suarez, Pablo Gómez, Joan Estoquen, Juan Carlos (salió herido en no brazo), Gregorio Suarez, José de los Reyes, Marcelo Reyes, Juan Ortega (Tambor), José Mariano, Manuel Navarro, Bartolomé Almirón, Guillermo Gordon, Nasario Gómez y Naturales: Antonio Zalasar, Diego Flores.

Potosí 12 de diciembre de 1810.= Juan Luna.



El triunfo de Suipacha fue la señal de la insurrección general del Alto Perú. El 9 de noviembre, ingresaban los derrotados de Suipacha rendidos por una caminata de sesenta leguas en dos días. Al saber los potosinos el desastre de las armas realistas, se alzaron esa noche contra las autoridades peninsulares, dieron libertad a los presos hechos por Sanz desde el año anterior y que aún permanecían en la cárcel y celebraron en grande el triunfo independiente.

Al día siguiente del 10 de Noviembre por la mañana, el alzamiento del pueblo potosino fue general e impotente, los moradores de Potosí dieron este día un ejemplo de virtud nada común. Estando la sublevación en su mayor disturbio, se supo que el procurador Sortegaray sacaba de la Casa de Moneda cuatro talegas de onzas de oro selladas, se lanzaron la población sobre él, a quien llevaron a la cárcel y las onzas volvieron a la moneda a los tres días.
 
El pueblo armado con espadas y macanas, superan a las fuerzas realistas que cubrían las cuatro esquinas de la plaza mayor. Los discursos incendiarios de algunos ciudadanos, los vivas y mueras del momento, dieron lugar a que el francés Pedro Costas, vecino respetable de Potosí, diera gritos a la cabeza del pueblo en ese día, ayudado de una treintena de ciudadanos mal armados, tomaron la esquina de la moneda un cañón, sobre toda la tropa armada realista que lo aseguraba e hizo prisionero al gobernador Paula Sanz. El Sr. Joaquín de la Quintana, potosino influyente, calmó a la multitud amotinada que quería castigar al gobernador por la muerte de los hijos del país.

Se procedió al nombramiento de un Comité Revolucionario encabezado por varios ciudadanos notables entre ellos: Salvador Matos, Alejo y Mariano Nogales, los hermanos Millares, los hermanos Nogales, Manuel Molina, Casimiro Hoyos, Mariano Subieta, Melchor Daza, Diego Barrenechea Pedro Antonio Azcárate, Pedro Costas, Eustaquio Eguivar, entre otros. Por todos estos acontecimientos de emancipación, fueron depuestas las autoridades realistas y se organizó la Junta del Gobierno local bajo la presidencia de Joaquín de la Quintana.

     En un documento oficial enviado a la Junta de Buenos Aires, "Cartas sorprendidas á Córdoba" narra lo acontecido en esta fecha:

El ilustre cabildo, justicia y regimiento de la imperial villa de Potosí, habiendo reasumido el día de hoy el gobierno é intendencia de esta villa, por la quietud pública, y verificación de los anhelos en que ha fluctuado todo este fidelísimo vecindario de unirse á las laudables intenciones de su capital y disposiciones de la Excma. Junta Provisional de ella, desde su justa instauración.

Con estos motivos logra hoy ya la libertad de poner en noticia de V. S. haber nombrado sus comisionados, á efecto de que le cercioren en persona de todo lo acaecido en el particular, anticipándoselo por medio de este pronto expreso; para que en su virtud tome las providencias, que sean de su superior agrado, consonantes á la felicidad de estos pueblos, y satifactorio arribo á ellos de la ilustre persona de V. S., y dignos subalternos de su comando; espera este ilustre cuerpo exija V.S. todos los necesarios convenientes a su acomodada, y tranquila marcha, proveyendo todo lo que vea con venir.

Nuestro Señor guarde á V.S. muchos años. Potosí y noviembre 10 de 1810.- Juan Crisóstomo Fernandez.- Dr. Casimiro Bravo de Bobadilla.- Joaquin de la Quintana.- Pedro de Arieta.- Pedro Antonio de Azcarate.- Agustin Amaller.- Pasqual de Bolivar.- Ignacio de la Torre.- Serapion José de Arteaga.- Sr. general comisionado por la Excma. Junta.


CASTELLI EN POTOSI

Después de los hechos ocurridos en Suipacha, Córdoba y Nieto fugaron hacia el desierto de Atacama, pero fueron aprehendidos por Juan José Castelli. Al primero lo tomo el corregidor de Lípez  don Ambrosio Santos y el segundo don Antonio Portales que lo seguía con una partida de caballería. Reducidos a prisión Vicente Nieto, José de Córdoba y Paula Sanz quedaron encarcelados en la Casa de Moneda.


El 25 de noviembre, Castelli llega victorioso a Potosí. Una vez en esta ciudad, propuso a los referidos Sanz, Nieto y Córdoba, jurasen sumisión y obediencia para lo sucesivo a la Junta Gubernativa de Buenos Aires. Los tres prisioneros se negaron a ello y Castelli entonces los mandó fusilar como reos de alta traición, usurpación y perturbación pública hasta con violencia y mano armada, a sufrir la pena de muerte el 15 de diciembre a las 11 de la mañana. La guerra a muerte quedó así declarada entre la revolución argentina y la reacción española. Muertes o acción que fue censurada por la población.

El 3 de noviembre de 1810 la Junta gubernativa de Buenos Aires nombra como gobernador intendente interino de Potosí a don Feliciano Antonio Chiclana. Conforme a órdenes recibidas deja el cargo de gobernador de Salta que hasta ese entonces ocupaba.

Castelli abandonó Potosí el 25 de diciembre de 1810 para marchar hacia Chuquisaca, tomando de las arcas una ingente suma y aumenta sus recursos en Chuquisaca.

ALGUNOS HECHOS SANGRIENTOS

Los españoles en represalia y sofocados de estos sucesos, el 20 de junio de 1812, ahorcan en la plaza de Potosí a: Mariano Nogales, Alejo Nogales, Carlos Taboada y Melchor Silva; la cabeza de Taboada se remitió a Chuquisaca, para que se pusiese en el paraje “molles”. Otros cayeron en el pueblo de Suipacha y de estos fueron ahorcados Salvador Matos y Manuel Millares, el 17 de julio en la misma plaza de Potosí.

A la esposa de Salvador Matos, Da. Gregoria Aranibar, la condenaron atropellando los fueros del pudor a la horrenda pena de la flagelación sobre un cañón en la plaza pública y a ser conducida después al pie de la horca, donde pronunció las siguientes palabras y en presencia de su esposo: “¡Mártir de la Patria! sube al cielo, tú me enseñaste a vivir, ahora me enseñas a morir; te juro no se desleal a la causa de la libertad”.

A los once días, el 28 de julio, los potosinos presenciaron otro hecho tan horrendo como repugnante. Fueron ejecutadas: Juana y Mercedes Cuiza, chuquisaqueñas, por el delito de ser hermanas de un caudillo del mismo apellido, recibieron 200 azotes y cortadas las lenguas y las manos por mano de verdugo. El gobernador que ordenó crueldades como estas fue el Cnl. Mariano Campero, cuzqueño, delegado del famoso José Juan Goyoneche y Berreda, arequipeño.

Con estos hechos sangrientos, el pueblo potosino quedó realmente aterrado, aumentó la rebeldía contra los españoles, arrastró el odio venenoso y maligno, sembrando el terror a la angustiada población.

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