miércoles, 17 de junio de 2020

Máquinas Laminadoras para rieles de plata




MOLINOS DE SANGRE
Casa Real de Moneda Circular

Fueron fabricados en España y transportados por mar y tierra tomando la ruta de Buenos Aires, con el único fin de utilizarlos en la Ceca de Potosí para laminar o adelgazar los rieles de plata y oro.

Con estos Molinos y otros elementos como: volantes (prensas), perforadores (cortadores de cospeles), hileras, grafiladores, etc., se moderniza la Ceca potosina que durante dos siglos (1574 1773) había estado fabricando monedas aplanadas o laminadas y selladas a golpe de martillo y cortadas a cincel, de contorno teóricamente circulares, lisas y sin cordoncillo; rústicamente trabajadas.

Con el sistema de manejo y sistema de engranaje a linterna y de ángulo utilizado en la fabricación de los Molinos, se ingresa a una nueva era en la historia de la moneda colonial. Más perfecta en su estampa, en su calidad y pureza, buscando terminar con troquelado a martillo para que se lo haga en adelante en prensas de volante o en Molinos.

Asimismo la reforma a la moneda colonial quedó establecida en 22 quilates para el oro y en 11 dineros para la plata; lo que en términos actuales significa 916,66 milésimos de metal fino, tanto para la plata como para el oro. Por último la talla por marco se fijó en 68 escudos el oro y en 68 reales la plata. El propósito fue acuñar una moneda perfecta técnicamente y con garantía como para hacer innecesario pesarla si se deseaba conocer su verdadero valor.

1. ASPECTOS HISTÓRICOS

Don Francisco de Toledo, 5to. Virrey del Perú, en su visita a la Villa Imperial de Potosí en diciembre de 1572, ordena construir un edificio donde se acuñaría monedas para "el trato y comercio de ella y paga de los jornales de los indios" mineros, en un solar cuadrado de 75 varas castellanas aproximadamente por lado llamado "El Pedregal" ; ubicado al sud este de la Plaza del Regocijo (hoy 10 de Noviembre) frente a la iglesia Matriz o Catedral, al lado de la Hacienda Real.

Desde el descubrimiento y explotación legal de la plata en el Cerro Rico a partir de 1545, la minería en la Villa Imperial de Potosí constituyó la más importante de las industrias y sus productos componían el principal artículo de exportación.

La plata convertida en moneda desempeñaba un doble papel: el de mercancía exportable y el de instrumento de cambio.

El enorme aumento en la producción de plata del Cerro Rico desde mediados del siglo XVII y por algunas deficiencias de la moneda indiana por problemas técnicos en el proceso de fundido y aleación de los metales que originaba monedas irregulares y cospeles desiguales, hizo que se pensara en construir otro edificio nuevo de mayores proporciones y con maquinaria moderna.

La historia se remonta a principios del siglo XVIII, cuando por unas Reales Ordenanzas expedidas en Madrid en 1728 y 1730 se dispone el cambio de la moneda en el nuevo continente en todas sus características. Asimismo que su fabricación se efectúe por cuenta del Rey; y no como era tradicional, por particulares en virtud de arriendo.

Como consecuencia de estas disposiciones, en la Villa Imperial de Potosí se instaura una cuota anual entre los "mercaderes de plata" para que den "por cada marco de plata dos reales", cuyo monto serviría para renovar el viejo edificio "al modo de la de Segovia y labrar moneda de cordoncillo...".

"En menos de diez meses se habían juntado (cosa admirable) 60.000 pesos" equivalente a 480.000 marcos de plata labrada; e iba a continuar hasta llegar a 200.000 pesos el año de 1731 "para traer oficiales de España y algunos instrumentos", como dice Arzans en su monumental obra, por supuesto que se refería a una moderna técnica de acuñación al igual que de la Ceca de Segovia.

1.1. Cédulas Reales

Dos décadas después, el 3 de octubre de 1750, en Buen Retiro, España, se promulga seis Cédulas Reales creando cargos reales para la nueva Casa de Moneda Circular a construirse en la Villa Imperial de Potosí . Cargos que recaen sobre el Corregidor de Potosí; y otros, en cinco técnicos experimentados que radican en la península ibérica:

 - Ventura de Santelices y Venero. Superintendente. (Corregidor de la Villa Imperial de Potosí)

- José del Rivero. Primer Director en Obras

- Tomás Camberos. Segundo Director en Obras o Teniente del Primer Director

- José Antonio Garrón. Fiel

- José Fernández de Córdova. Tallador

- José María Caballero.Ensayador

 A estos nombramientos reales se suma: una Relación de "Instrumentos y Modelos" de acuñación y unas "Instrucciones" para el nuevo Superintendente.

Mediante carta de septiembre 1ro. de 1751, Santelices y Venero, Corregidor de la Villa Imperial de Potosí, es informado desde Madrid por el Secretario de Despacho del Rey, Marques de la Ensenada, que ha sido honrado por Real Cédula de S.M. el Rey, con el título de "Superintendente de la referida Casa de Moneda, en consideración a su mérito, literatura y buena conducta, con las facultades que expresa el título". Asimismo le informa de la posterior remisión de los "Instrumentos y Modelos" con cierta cantidad de fierro, acero y plomo; instruyendo que en cuanto "lleguen todos los expresados instrumentos y las personas nombradas, que será a un mismo tiempo... se almacenen en parte segura todos los tercios y cajones" con asistencia de ellos "hasta tanto sea preciso sacarlos para usar de los instrumentos a los fines de su destino de ellos".

 1.2. Instrucciones Reales

En la Carta enviada al Superintendente Santelices, se adjunta una "Real Instrucción" expedida en Buen Retiro el 3 de octubre de 1750 .

Instrucción que se da de orn del Rey a dn. Ventura de Santelizes y Venero Oydor del Tribunal dela Cassa de Contrataon. a Indias para que como Supte. dela Cassa de Moneda dela Villa de Potosí lo observe en el nuevo establecimiento de aquella Cassa que se deve executar en cumplimiento de lo que S.M. ha resuelto.

Instrucción dividida en 23 capítulos, ordenando cada uno de ellos un asunto concreto (dispositivo precedido de la motivación que justifica la orden) para que el Superintendente lo estudie y ejecute puntualmente sin permitir que ningún empleado o funcionario de la Casa de Moneda se oponga a su cumplimiento ni altere las disposiciones establecidas .

Al referirse a las Máquinas, el Capítulo 21 instruye la inmediata edificación de la Casa para la acuñación de la nueva moneda de forma circular igual a la de México. Para este efecto remite los "Instrumentos y Modelos que expresa la Relación" acompañados en los Tercios y Cajones. Ordena que en cuanto hayan llegado se almacenen en un lugar seguro "donde no se maltraten, ni extravíen", con asistencia de los técnicos que viajan, para luego utilizarlos en su debido momento, mientras se "puedan ir fabricando los instrumentos correspondientes a los moldes que se remiten y se pueda usar de los que ya se envían perfeccionados de España". Se remiten asimismo 300 qq de fierro en distintas clases, 15 qq de acero y otros 15 de plomo.

1.3. Instrumentos y Modelos

Como las anteriores disposiciones reales, fue otorgada en Buen Retiro el 3 de Octubre de 1752, por el Marques de la Ensenada, en seis folios o 12 páginas y en cuatro columnas, a saber:

a) Números. (Ascendente correlativo)

b) [Detalle] Cantidad y descripción de los instrumentos o piezas

c) Número de tercios. (De acuerdo a numeración)

d) Número de cajones. Conforme a numeración

La Relación se divide en dos partes: la primera, que se refiere a 109 tercios y 78 cajones con un nuevo monograma- de la Ceca de Potosí:

Relación de los Ynstrumentos que se remiten de estos Reynos a la América, para el nuevo establecimiento que se debe hazer dela Casa de Moneda dela Villa Imperial de Potosí, en cumplimiento de los que ha resuelto el Rey, cuios Ynstrumentos van en los Tercios y Cajones que expresan los números del margen

Y la segunda, de 8 cajones. Contiene instrumentos, piezas, accesorios, modelos, etc., de la nueva maquinaria de acuñación de moneda circular:

Demás de los expresados bajo el titulo los siguientes con los Ynstrumentos que refieren y los numos. y marca que señalan.

En lo que se refiere a las piezas y accesorios de los Molinos, se los trajo en 105 tercios y 39 cajones: camas de la rueda maestra, camas de la rueda de muñecas, camas de los linternones, linternones, ejes con sus palafierros de la rueda monedera, rayos de las ruedas linternones y muñecas, asientos de las muñecas, asientos de muñecas con sus murallas, tableros de los lados de los telares, pilares de los telares, zapatas y bastidores, brazos de la cruz de la rueda maestra, peones de la cruz grande y balancines de las palancas, tornillos, tapa de asiento con manillas, guías y guaspas, tornapuntas, llaves de asiento, crucetas de la cruz grande, dientes de la rueda maestra, bolillos de las ruedas de las muñecas, bolillos de las ruedas de los linternones, dientes de la rueda maestra, entre otros muchos materiales..

1.4. Viaje y remisión

Como se previno, la nueva maquinaria de acuñación y los cinco técnicos viajaron al mismo tiempo desde la ciudad portuaria de Cádiz, España, con destino a la Villa Imperial de Potosí embarcándose en junio de 1752 en el "Navío Marchante, nombrado el Vigilante [del] Mre. dn. Roque de Sn. Martín que esta para viajar a Buens. Airs.". El costo del flete de los "Instrumentos y Modelos" y los pasajes de los técnicos (que venían con toda su familia en un número de "veinte y unas personas de que se componen sus familias de mujeres, hijos y sirvientes con los equipajes correspondientes"), hasta Buenos Aires asciende a 14.000 pesos, disponiendo el Rey la cancelación "de su Rl. Hda. los siete mil pesos de la mitad del pasaje referido y los siete mil restantes por los cinco sujetos expresados... y descontárseles de sus respectivos sueldos". Se distribuyó según el número de "familias y equipajes" con que se embarcaron de la forma siguiente:

Fueron muchos meses de desembarcando en varias ciudades costeras hasta llegar a viaje marítimo, arribando y la ciudad portuaria de Buenos Aires, para luego continuar por vía terrestre en 12 carretas y más de 80 mulas. Pernoctaron varios días en diferentes pueblos, pasando por Jujuy el 16 de julio de 1753 y tomando en flete 87 mulas y 70 en la Provincia Chichas. Arriban a la Villa Imperial en el mes de agosto de 1753.

2. INSTALACIONES

Para la construcción de la nueva Casa Real de Moneda Circular hubo muchos contratiempos. Empezaron a remodelar y ampliar la primitiva Casa de Moneda iniciándose el 8 de noviembre de 1753, según Cañete, por los dos Directores de la Obra Material: José del Rivero y Tomás Camberos, quienes determinaron construir la nueva Casa de Moneda Circular sobre la primitiva. Por Auto de enero 8 de 1757, del Real Acuerdo de Justicia de Lima, se dispone la paralización de trabajos; continuando solamente al reconocimiento de los materiales de construcción.

Y aun discrepando, son abiertos los cimientos en la Plaza del Ckatu o Gato, ordenando a Camberos presente la relación de personal y herramientas que necesite para dar inicio el 17 de agosto de 1757, en base a los planos que diseñó Salvador de Villa en Lima; y cerrándose posteriormente por errados.

No hubo más remedio que enviar a Potosí desde Lima a don Salvador de Villa como Director y a Luis Cabello como su Teniente, llegando a esta ciudad el 14 de noviembre de 1758.

El 16 de agosto de 1759, Villa envía a Lima los nuevos Planos, con medidas exactas de la Plaza del Ckatu (7570 metros cuadrados), para su aprobación. Por Auto de octubre 6 del Real Acuerdo de Justicia, se aprueba y autoriza la construcción "por tenerse éste sitio por el más conveniente y proporcionada quienes aprueban el referido plan", añadiendo el Virrey en su Carta de 10 de octubre: "se proceda sin demora a dicha fábrica, bajo la dirección del referido Salvador, como que a de ser la única que se ha de observar y seguir en tan importante asunto". Iniciándose los trabajos a mediados de diciembre de 1759, corrigiendo los cimientos abiertos años atrás.

A partir de esta fecha hubo muchos contratos para la provisión de materiales de construcción: maderamen, arena, piedra, ladrillos, tejas, cal; entre otros. 

Por su parte Vignale cree que la nueva obra se inicia en 1761 y relieva la personalidad de Pedro de Tagle, Superintendente de la Casa de Moneda desde 1770.

El edificio se concluyó definitivamente en junio de 1772; según el Auto proveído en diciembre 9 de 1772, por Pedro de Tagle, afirmando: "que habiéndose finalizado desde el mes de junio del presente año, lo correspondiente a la Obra Material de la referida Casa y continuado en lo perteneciente a la labor de la nueva moneda circular".

Dicho Auto convoca a las autoridades reales potosinas "al reconocimiento de la obra y descripción de sus oficinas", inventario que duró desde el 10 al 15 de diciembre de 1772, levantándose un Plano para el efecto, dando por concluidos los trabajos de dicha Casa Real de Moneda el 15 de diciembre de 1772, con la firma de las autoridades concurrentes.

2.1. Sala de Molinos

La Sala de Molinos viene a constituir parte de la Oficina de Fielatura, el alma de la Casa de Moneda, ubicada al norte del segundo patio; exactamente en el segundo bloque de las plantas alta y baja.

Existen tres Molinos que ocupan un área de "33 varas de largo y por 12 de ancho", piso de madera con tres huecos octogonales de 3,70 metros de diámetro cada uno. Con entradas y salidas por el este, norte y sur.

Al este existe una puerta con cerradura y cerrojo que conecta a las caballerizas con escaleras formando un medio arco sobre el callejón.

Al norte existen tres puertas que dan: a la Sala de Recochos o Reconocimiento de Rieles, a la Oficina de Reconocimiento de Moneda y Blanqueamiento y a la Oficina de Labor de Oro, que se comunican con 17 escalones cada una, sobre el callejón, formando tres medios arcos. Originalmente las puertas de 3 varas de alto y 1 3/4 de ancho, tenían cerraduras y cerrojos .

Y por el sur, se une por dos arcos de medio punto a la Sala de Hileras.

Es un ambiente bien iluminado, con nueve ventanas y sus respectivas rejas. Una al este, seis al norte y dos al oeste.

2.2. Andenes

En la planta baja, existen tres andenes divididos por muros, para los animales de tiro que dan movimiento de rotación al árbol vertical de la Máquina por medio de flechas o palos atravesados.

En la Descripción de 10 de diciembre de 1772 hecha por el Superintendente don Pedro de Tagle y Bracho e Interventores de la Obra, se observa que la Sala de Fielatura cuenta con 24 ambientes.

Al referirse a los andenes los numera con el 6, 7 y 8.

Cada Andén ocupa un área de "largo once baras y media y de ancho nueve y sinco sexmas" .

Se comunican "por dos arcos de medio punto que arranca de las paredes" (de 3 x 2 varas). Tiene cuatro puertas de acceso, una por el sur (de 2 x 1 1/6 varas) que une con la Sala de Volantes y con la Sala de Hileras por unas escaleras, y tres puertas por el norte (de 2 5/6 x 1 5/6 varas) que salen al callejón (núm. 9) que va de este a oeste. Tiene cinco ventanas (de ½ x 1 vara), tres por el norte que salen al callejón y dos al poniente que salen a otro callejón.

En la Superintendencia de Tagle, se refaccionó y limpió el estiércol de las mulas que estaba a una altura de ½ vara, asimismo en lo que se refiere "a los molinos bajos que igualmente llaman andenes, los refaccionó poniéndole de nuevo todos los palos quebrados...".

2.3. Caballerizas

Las Caballerizas constituyen parte de la Sala de Molinos, donde estos animales después de trabajar, descansan, beben, se alimentan y duermen.

Continuando con Tagle, culmina describiendo la Sala de Fielatura, con las "Caballerizas" (núm. 11 y 12), ubicada en la parte este de los Andenes y de las Máquinas; separadas por un callejón y unidas por escaleras, respectivamente.

Se ingresa por una puerta (de 2 ½ x 2 varas) que mira al oeste por el callejón (núm. 9), llegando al patio de la caballeriza (de 9 x 5 varas y núm. 11). En este patio hay un pozo (la boca de 1 ½ vara de diámetro), cerca del pozo un pilón de piedra que sirve como bebedero de las mulas (2 varas de largo, 1 de ancho y 3/4 de profundidad). En el patio hay una escalera que va al depósito de cebada, con 23 escalones .

La Caballeriza (núm. 12), tiene de largo 24 varas y de ancho 9. Se ingresa por dos arcos de medio punto. Por el medio se halla dividido con 4 arcos de punto rebajado; a los lados, arrancan de los pilares 8 arcos. Por toda la caballeriza rodea un pesebre con el pretil de piedra labrada. Por el lado que cae al callejón (núm. 13), tiene seis ventanas iguales (de 1 5/6 x 1 1/3) con rejas de fierro y puertas de madera. 

Tagle ordena "limpiar todo el estiércol que tenía el piso y el que se había traído de los ande-nes de los molinos", fue tanta la cantidad que utilizó "800 indios de una faena de mita". Manda "terraplenar y empedrar con mayor firmeza de nuevo... quedando sin defectos que antes causaban la inmundicia y humedades de los orines y estiércol de las mulas" .

Asimismo el pesebre que era de una sola pieza "sin divisiones ni amarraderos", Tagle dispuso se dividiera en cuatro, con "palos fuertes, cal, ladrillo y bramaderos en cada uno con agujeros, por ser de palos bien asegurados contra la pared del pesebre".

3. MOLINOS

En la Relación de los "Instrumentos y Modelos", observamos que del conjunto de las piezas y accesorios de la rueda maestra o de plano, de las linternas y ruedas dentadas, no enviaron los ejes; y éstos tuvieron que labrarse en los montes del Pilcomayo.

Estando los Técnicos y los "Instrumentos y Modelos" los primeros días de agosto de 1753 en la Villa Imperial de Potosí, inmediatamente se procede a guardarlos como estipula las Instrucciones al Superintendente Santelices, y construir los ejes para las diferentes ruedas y completar de esta forma con todos los accesorios de los Molinos e instalarlos adecuadamente.

Los primeros gastos efectuados en el labrado de los ejes asciende a 1190 pesos y 4 reales, cancelando a Don Juan Antonio Pérez Rubín de Zelis, Primer Sobrestante de la Obra de la Nueva Casa de Moneda Circular "que comenzó el día nueve de Septbre, de este presente año y acavo el dia treinta y seis de Octre":

Relazion de los Gastos causados en el corte de los ejes o peones de los Molinos para la Real Casa de Moneda de esta Ymperial Villa que comenzó el día nueve de Septbre, de este presente año y acavo el dia treinta y seis de Octre, de este año. Como assi mismo en la compra de utiles y materiales para dar principio a dha. Real obra

• Reconocimiento de los Montes de Pilcomayo, por el Maestro Carpintero José Valentín, que no surtió efecto.

• Reconocimiento de los instrumentos y máquinas.

• Por la búsqueda, corte y desbasto de los peones o ejes en 49 días por el Maestro Carpintero José Valentín.

• Por la construcción de 6 hachas para labrar los ejes.

• Por la búsqueda, corte y desbasto de los peones o ejes en 49 días por el Maestro Carpintero Fernando Pariente.

• Por la asistencia del Segundo Director Don Tomás Camberos al corte de los ejes o peones, su desbasto y sacarlos de los montes hasta el camino principal.

• Por la hechura de 40 azadones y 40 barrretas, al Maestro Herrero.

• Por la composición del molinete para el Maestro Carpintero.

Entre otros muchos gastos, se libra o cancela en noviembre 8 de 1753, autorizado por el Superintendente Santelices, con Visto Bueno de Don José del Rivero, Primer Director de la Obra Material de la Casa de Moneda.

La madera empleada en la construcción es la más resistente que podía conseguirse, "encina", especialmente destinada a la fabricación de las ruedas, rayos o radios, husillos, dientes, etc.

Todo este sistema asemejándose a un mecanismo de relojería que transmite, regulariza y acelera el movimiento producido por una fuerza motriz generada en la planta baja.

3.1. Descripción

De los tres Molinos existentes, cada uno consta de nueve ruedas dentadas, machos, y ocho con husillos, hembras, (17 ruedas en total). Una rueda dentada en posición horizontal, ocho linternas acopladas y otras ocho dentadas; ambas en posición vertical.

La rueda más grande es la maestra o llamada también "de plano", de 3,47 metros de diámetro y poco grueso (0,20 x 0,25 metros), como suele ser la de un manejo. Está afirmada a la altura de 3,70 metros de su eje o árbol de 4,65 metros de largo, por medio de tornapuntas que desde la parte inferior de éste van formando cono a los radios o al cerco, para conservar invariable su horizontalidad y sostener su peso.

Para no estar expuesto a la flexibilidad y a la rotura en virtud de las fuerzas laterales, el árbol es bastante grueso (0,35 metros en cuadro). Para evitar que esto suceda y se garantice el trabajo, está asegurado por abrazaderas metálicos en los extremos y a la altura donde cruzan las flechas. Estas flechas, desde el eje de rotación del manejo hasta el extremo saliente donde se engancha el animal son de 3 metros poco más o menos.

En el Plano que Don Pedro de Tagle nos grafica en 1772, las flechas que atraviesan o cruzan al árbol son medio onduladas y de un extremo cuelga un tirante movible donde se amarra la correa del animal que tira o jala. En la actualidad los palos o flechas que atraviesan a cada árbol de los Molinos no son los originales, porque éstos rectos; asimismo ya no existen las tornapuntas que se afianzaban entre la rueda de plano, el árbol y las flechas.

La combinación de la rueda de plano con una linterna, pertenece al sistema de los engranajes de ángulo; por la disposición de sus ejes y la consiguiente posición de los dientes (35 cm. de largo) que están en el plano de la rueda.

La rueda de plano engrana perfectamente a cuatro linternas de 1,72 cm., de diámetro cada uno, transmitiendo y acelerando el movimiento; o sea que, en tanto la rueda de plano con 76 dientes de una unidad da una revolución o vuelta, la linterna con 40 husillos dados.

A las cuatro ruedas le acoplan otras linternas secundarias de menos diámetro, 1,68 metros con 40 husillos, constituyendo así cuatro pares de linternas de un grosor de 0,92 metros.

Transmitiendo un movimiento uniforme, las linternas secundarias engranan a ocho ruedas dentadas de 1,68 metros que encajan perfectamente a los 40 dientes que tiene cada una. Cada linterna secundaria engrana a dos ruedas dentadas, haciendo que giren en sentido contrario, hacia el centro.

La fuerza motriz generada en la planta baja por la mulas a través de la rueda de plano, linternas y ruedas dentadas, finaliza en los asientos, que están constituidos por unas muñecas o rodillos (unos lisos otros picados), que salen de los ejes de las ruedas dentadas, asegurados por collares, que comprimen el metal; lo que significa que cada Molino o Máquina cuenta con cuatro asientos laminadores.

3.2. Operación

Cada Molino es movido por cuatro mulas que giran de izquierda a derecha en una circunferencia de 9,50 metros poco más o menos, produciendo por lo general mayores efectos dinámicos (a falta de estos animales de tiro, la labor la realizaba un grupo de esclavos o de mitayos). Es muy peculiar el trabajo llamado sistema de manejo, que se reduce a dar movimiento de rotación al árbol por medio de flechas en cuyo extremo saliente se engancha con tirantes el animal; y para que éste no se desvíe del preciso camino circular, se le ata a otra flecha delantera que, movida por el árbol mismo, le conduzca.

Controlados por un peón, transmiten el movimiento entre las ruedas y ejes sin pérdida de potencia hasta los asientos.

En los asientos, se introduce entre las muñecas los rieles de 20 cm. de largo con un ancho variable de acuerdo al tipo de moneda a sellarse, que fluctúa de 2 a 5 cm.; y el grosor por lo general es de 10 mm.

Antes de ser laminados, se aparta los que tienen rebabas para cortarlos, a fin de facilitar el paso en los cilindros, rodillos o muñecas. Si son de mala calidad se los transfiere a la Sala de Recochos; allí se los calienta hasta que enrojezcan, para luego laminarlos.

Ya en los Molinos dirigido por un Maestro de Molinos se introduce entre las muñecas o rodillos los rieles siete veces en cada asiento conforme a su "escontillon o medida" respectiva. A medida que disminuye de grosor se alterna entre las muñecas picadas y lisas en total doce logrando de esta forma el espesor necesario para el tipo de moneda a sellarse, oscilando entre 1 y 2 mm. Lo que significa que un riel o barra para llegar al grosor de una moneda de 1 real, tenía que pasar 84 veces; y así en proporción a la moneda a sellarse, se reducía las pasadas.

Las Molinos no tienen un mecanismo de graduación, o sea, no se abren o cierran los rodillos o muñecas para laminar en un solo asiento, por los collares fijos que los aprisionan.

Reducidos a láminas o planchas, los rieles ya con el espesor necesario pasan a la Sala de Hileras para su corte en cospeles; a la Sala de Blanqueamiento para el brillo o pulisión y, finalmente, a la Sala de Volantes para el sellado o troquelado respectivo.

Considerando la acuñación de la nueva moneda esférica o de dos mundos (1767 1773), la compra de mulas por Luis Cabello en 1769 y la Descripción de Tagle en 1772, se puede sostener que los Molinos ya se encontraban instalados y funcionando antes de la conclusión definitiva del edificio.

Con este sistema moderno de laminación se trabaja durante un siglo aproximadamente. Estas enormes máquinas de madera son sustituidos en 1869 durante en el Gobierno de Mariano Melgarejo por unas pequeñas: con graduación y movidas por una máquina a vapor a través de poleas.

4. AGENTES MECÁNICOS

En los capítulos precedentes quedan explicados los aspectos históricos, las instalaciones y descripción de estos enormes Molinos o Máquinas Laminadoras que han trabajado durante casi un siglo, entre 1767 1869, acuñando monedas en la época colonial y republicana; inclusive en el período de la Independencia, acuñó monedas para la República Argentina.

Ahora corresponde describir los agentes mecánicos, porque es de mucha importancia conocer los órganos o accesorios que sirven para la transmisión y modificación del movimiento hasta los asientos.

Entre estos agentes, están las ruedas, que de acuerdo al sistema de engranajes se combinan por lo regular en: recto, de ángulo y a linterna; demostrando el acoplamiento de ellas y el trazo de los dientes que permitiendo conocer a detalle la fuerza motriz que se genera a partir del movimiento del sistema de manejo; y que produce generalmente mayores efectos dinámicos a través de los animales de tiro.

4.1. Órganos Mecánicos

Los más utilizados pertenecen al movimiento circular y algunos al rectilíneo; ya que estos movimientos vienen a ser los más comunes en las máquinas, con infinidad de modificaciones en cuanto a la velocidad, la dirección, la continuidad o alternación, las interrupciones, etc.

El movimiento de rotación alrededor del eje fijo geométrico o línea recta CC, tiene lugar en la práctica en los quicios de la máquina rotativa. Después de labrar la pieza donde reside CC, la superficie de revolución cilíndrica o cónica (según convenga para los quicios S,S o para las partes del eje material, que son reguladores de la rotación circular), es necesario aprisionarlas con sus respectivos collares, fijos en los apoyos Z,Z; habiéndose logrado en éstos también la superficie de revolución análoga que se pone en contacto con el quicio del eje. Comúnmente ciñe a ésta la del apoyo, que se llama en tal caso caja o cojinete o cepo.

Reglados al eje lineal CC están los quicios de la pieza tornante, dotada de rueda y de palos atravesados según el objeto a que se destina y situando CC en posición horizontal o vertical. Si la pieza tornante es algo larga y está dotada de una rueda y de palos atravesados, se suele llamarla árbol de la máquina; sin duda porque de ella salen los rayos de la rueda y los palos, como de un tronco las ramas.

Toda rueda horizontal es de bastante diámetro y poco gruesa; como suele ser la de manejo; que deberá estar afirmada al árbol por medio de tornapuntas que desde la parte inferior de éste vayan formando cono a los rayos o al cerco de aquella, para conservar invariable su horizontali-dad y sostener su peso.

Aunque el árbol tenga cualquier grueso que necesite para no estar expuesto a la flexión o a la rotura en virtud de las fuerzas laterales, así como para recibir a los rayos de las ruedas o a otros travesaños (se hacen de menor diámetro los quicios por disminuir el poder del rozamiento), y si es de madera el resto del árbol, se adaptan con solidez a los extremos de éste unas gruesas espigas metálicas en estado bruto para labrar en ellas a torno los quicios, como se ha dicho, alrededor de la recta CC tomada por eje lineal. En esta recta se han de centrar además todas las ruedas de aquel árbol perpendicularmente, valiéndose del principio de igualdad de oblicuas para establecer la perpendicularidad de dicha recta respecto del plano de rueda. Conviene dejar marcados para siempre en los extremos de las espigas los dos puntos C,C para guiarse por ellos cuando haya necesidad de recomponer o reemplazar las ruedas; e inversamente, cuando fuere necesario reponer quicios nuevos a una pieza tornante que tenga ruedas o partes centradas al eje primitivo CC, hay que hallar los dos puntos CC de éste valiéndose del principio geométrico que acabamos de citar, para labrar después los quicios que vengan bien a los que hubieren quedado del antiguo.

4.2. Engranajes

Se distingue el engranaje recto o cilíndrico, del engranaje de ángulo o cónico. El primer sistema es propio cuando son paralelos los ejes de las ruedas; y el segundo cuando los ejes forman un ángulo. Si una de las dos ruedas dentadas es muy pequeña respecto de la otra, se llama piñón.

Engranaje a linterna, es otra disposición tal como está representado, viene a llamarse linterna por las dos ruedas de este sistema, en la cual la A está formada de dos discos paralelos de madera fijados perpendicularmente en el eje a cierta distancia uno de otro; y, entre ellos existe, cierto número de barrotes paralelos al eje que forman como una jaula cilíndrica y se llaman husillos de la linterna. Si la rueda grande está dentada en la parte convexa del cerco, se llama rueda de canto, y su eje es paralelo al de la linterna; el sistema pertenece a la clase de engranaje recto. Se llama rueda de plano la que tiene los dientes en la parte plana del cerco, siendo por consiguiente perpendicular su eje a la linterna. Esta combinación viene a pertenecer al sistema de engranaje de ángulo.

4.2.1. Principios de acoplamiento

Porque las ruedas han de pisarse sucesiva y continuamente, como si se midiera la extensión de una con la otra, necesariamente hay relaciones determinadas entre las distancias de los ejes, las longitudes de los radios, el número de dientes respectivos y número de revoluciones que han de darse en un mismo tiempo. En efecto, expresando R, r las longitudes de los radios de las circunferencias de la rueda y del piñón o la linterna; N, n el número de revoluciones que dan en un mismo tiempo; y S,s los números de dientes respectivos.

Con estas ecuaciones se resuelve cualquier problema. Sea desconocida una de las cuatro cantidades o conocidas las otras tres, tenemos las siguientes proporciones:

Suponiendo, por ejemplo, que sean dados los radios R,r, y el número S de dientes de la rueda; se hallará la s del piñón sustituyendo en la ecuación primera por R,r,S sus valores numéricos, para lo cual se ha de tomar una misma unidad de extensión. Así, dados S=48 dientes, R=6 unidades de extensión, r=2; o lo que es lo mismo debiendo dar el piñón tres vueltas mientras la rueda da una vuelta, el número s de dientes del piñón será por la ecuación primera.

Cuando la distancia entre los ejes fuese arbitraria, se hallará por la fórmula segunda la longitud del radio r del piñón o R de la rueda, sabiendo la longitud de la otra y los números N,n de vueltas que le convengan.

 4.2.2. Trazo de dientes

Para trazar los dientes de la rueda de plano, se necesita reglas especiales que vamos a copiar.

Primeramente, se propone trazar la proyección del diente sobre el plano de la rueda misma, cuya circunferencia primitiva sea M A N. Esta se divide en pasos y mitades bajo las mismas reglas que la rueda de canto; y así, la diferencia está en lo que sigue. Dividiendo el arco A H o la extensión de un paso sobre la circunferencia primitiva en 14 partes iguales, se tomarán 7 para el grueso a h de un diente y 11 partes para el ancho o i, y se levantarán sobre el radio C' A del círculo primitivo las perpendiculares i j, o j que encontrarán en los cuatro puntos j a los radios C' a, C' h. Desde el punto H, después de tirar la recta H q en sentido del radio, y la Hp paralela al radio C' A, se trazará un arco p q con el radio de los husillos; después se tomará la longitud de este arco comprendido entre Hp y Hq para llevarle sobre las líneas i j, o j desde los puntos j a los s, que serán las proyecciones de las cuatro aristas del diente, cuya curvatura en sentido del radio estará expresada por arcos de círculo que pasen por los puntos s, a, s y s, h, s. Los otros dos arcos circulares interiores, respectivamente paralelos a aquellos, corresponden a la extremidad volada del diente para que pueda pasar con libertad entre los husillos.

Vamos a la proyección del mismo diente sobre el plano B A D del disco de la linterna o lo que es lo mismo sobre el plano perpendicular al M A N C', para representar de lleno la curvatura de su flanco en dirección de la salida como si fuese de una cremallera conductriz. Está ya demostrado que en este caso es necesario trazar desde luego la cicloide A' A, engendrada por un punto de la circunferencia B A D primitiva de la linterna rodando sobre la primitiva M A N de la rueda. Tomando en seguida el semigrueso A a del diente, o sea la cuarta parte del paso, se traza la cicloide a b' a que será el flanco del diente en su parte más gruesa, así como la h b' a del otro lado. Las otras dos curvas interiores representan los rebajos del diente, que corresponden con los representados en la figura de la otra proyección. Finalmente, el vuelo A r sobre el plano M N o sea el extremo b r del diente, se determina por la condición de que se desprenda del husillo en el momento de llegar al punto b a la circunferencia primitiva B A D.

4.3. Faena de las Bestias

De dos maneras se las hace trabajar principalmente: a lomo o a tiro. El primer modo, muy utilizado al no existir caminos de rueda.

En el segundo caso, existen dos modos muy comunes de movimiento por animales de tiro, que producen generalmente mayores efectos dinámicos: sea vía por recta o circularmente. El primero, llevan cargas sobre carruajes o a la rastra, surcan y laborean la tierra. El segundo modo, es peculiar para el trabajo llamado de manejo, sistema usado en los Molinos, que se reduce a dar movimiento de rotación al árbol vertical AE de la máquina, por medio de una larga palanca AB llamada flecha, en cuyo extremo B saliente va enganchado con tirantes el animal; y para que no se desvíe del preciso camino circular, se le ata a otra flecha delantera que movida por la máquina misma le conduzca.

Para trabajar, al manejo se enganchan uno, dos o más animales de tiro; cada uno al extremo de una flecha, cuyo extremo está asido al árbol vertical del manejo. La longitud de la flecha o distancia desde el eje de rotación del manejo hasta el extremo saliente donde se engancha el animal, suele ser de 6 m. poco más o menos. Siendo más larga resultaría una circunferencia mayor, y por consiguiente menos curva y más cómoda para el movimiento del animal; pero, sería menester una flecha más robusta y más complicadamente situada, con un emplazamiento desmesurado y con mayor complicación de maquinaria para que resultase en el operador una mediana velocidad. Por lo contrario, siendo corta la flecha del manejo o radio de la circunferencia que describa el animal, ésta resultaría muy curva e incómoda, al mismo tiempo que la dirección del tiro respecto de la flecha se partiría sensiblemente de la perpendicular.

Como el representado en la figura que se cita vienen a ser esencialmente todos los manejos que se hacen para dar movimiento a un árbol horizontal CD; es decir, comunicando se por medio de engranaje de ángulo, a linterna o a piñón; así como, si el árbol CD fuese vertical, se comunicarían por medio de engranaje recto.

Hecha la descripción de los diversos modos de trabajar con animales de tiro, resumiremos los efectos en la tabla siguiente; debiéndose considerar su contenido como de resultados medios que pueden variar en más o en menos según las circunstancias:

ANIMALES DE TIRO ENGANCHADOS A UN SISTEMA DE MANEJO

 


Fuente: MOLINOS DE SANGRE. Casa Real de Moneda Circular. J.A.Fuertes, 1998

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